Primero fue «El Código Da Vinci» (del cual su autor no se ha cansado de repetir una y otra vez que se trata solamente de una novela. ¿Sí saben la diferencia entre una novela y un estudio histórico, verdad?), luego el «Evangelio de Judas» (una falsificación gnóstica , a la cual se da más crédito que a escritos anteriores, tales como los evangelios canónicos) y ahora llega Cameron para continuar con esta saga de «humanización» de la figura de Jesús.
Esas tumbas fueron descubiertas en 1980. Pero a nadie se le había ocurrido proponer que se tratara de la tumbas no de la familia de un chucho cualquiera, sino del mismísimo Jesús, llamado el Cristo.
Es evidente que lo que está detrás de toda esta serie de «descubrimientos históricos» no es otra cosa que un afán de sensacionalismo, y desde luego, el dinero que ello conlleva. Arqueólogos verdaderos, que han dedicado su vida al estudio del cristianismo, han dicho que la propuesta de Cameron es poco fundada, ya que los nombres en aquella época no eran muy variados. Pero tal parece que en esta nuestra época las emociones cuentan más que las razones, y que los cineastas tienen más orejas a su disposición que los arqueólogos. Así que prepárense para el estreno mundial de este gran hallazgo «científico».
No hay comentarios:
Publicar un comentario